Mi actitud hacia ti, siempre a sido equivalente a como me tratabas.
Despues de hablar por telefono aquella primera vez, recuerdo haber dejado el telefono sobre la cama con una amplia sonrisa.
Desde ese momento, supe que serias una persona muy importante en mi vida, demasiado. Lo supe sin dudas.
Tanto por lo que decias, por lo que hacias, y lo que dirias y harias mas adelante, pero sobre todo eras tu, tu esencia. Me
alegraba mucho saber eso, sin embargo ahora recordarlo es como morir. Cuanto mas cerca estaba de ti, mas feliz me sentia, y desde
un principio, en el cual no sabia, es mas, negaba que pudiese a llegar a pasar nada entre nosotros, desde ese principio estar
contigo era llegar al culmen de mi felicidad. Jamas nadie lo habia conseguido. Hiciste que me imaginara una vida contigo,
y me gustó, vaya que si me gustó. He hiciste mal.
Aquellos primeros dias, mi cama no podia imaginar la de veces que dormiria con tu rostro junto al mio, ya sea estando tu presente o no, o la de horas que pasariamos riendo en ella, entre otras tantas cosas.
"Yo solia ser", "yo solia tener" me decia, te decia. Eras mi presente, eras mi futuro, ahora, eres mi pasado. Y contigo todo eran normas.
Y era normas que nos saltabamos, o nos aplicabamos. Nos saltabamos aquellas que nos prohibian nuetro amor, nuestra lujuria y
pasion, aquellas que nos impedian divertirnos con unas cervezas en la calle, aquellas que suponian despues un "que diran". Todas ellas eran nulas a nuestros ojos. Sin embargo me obligabas a seguir muchas normas. Yo debia ser feliz, debia sonreir, debia gritar, saltar correr y llorar de alegria, y que tu lo supieses, y hacerlo todo junto a mi. Debia vestir como mas me gustase, debia usar mis camisetas
de mis grupos favoritos, para dejartelas despues a ti y que disfrutases de mi aroma propio, debia usar aquellas colonias que te volvian loca. Debia escribir, y soltar mi mente, y si podia que fuese para ti, y sobre todo, tenia que quererte. Y las cumplí todas, con muchisimo gusto.
Sabia perfectamente que ambos somos muy imperfectos, y eso me encantaba de ti. Como ya he dicho, sabia que no seguirias las
normas, que te tropezarias en el mismo error tres veces, mas quizas, pero siempre te levantavas con mas fuerza, o casi siempre.
Jamas me mostraste todas tus penas, no querias hacerme sufrir decias, y asi sufria. Eres indecisa, atrevida, arriesgada y demasiado dura por fuera, pero por dentro pocos saben lo que de verdad guardas. Eres como un libro cerrado, pero tu portada es realmente increible. Sin embargo, si no fueses asi jamas me habria enamorado de ti. Y todavia sigo mirando
a mi alrededor pensando ¿ que hice mal ? Y si, tengo muchas respuestas para esa pregunta, demasiadas quizas.
Creo recordar que, al principio una vez te dije "no creo en el amor",cuando mi corazon se acceleraba junto a ti. Tu, con cara triste me miraste y dijiste "¿tan mala suerte has tenido?". Pero era algo realmente extraño, pues tu mismo veias ese amor en mis pupilas dilatadas, en mis brazos templorosos al abrazarte, mis risas tontas, mis cientos de afectos. Y si, trataba de esconderlo todo, por miedo. Y tenia miedo de que se me escapase un "te quiero", por que no era suficientemente valiente para escuchar un "yo no". No de ti. Habria muerto. Y tube suerte, despues de todo, de poder abrazarte, poder hablarte, quererte y besarte. De haber
escrito y cantado para ti, de haber soñado contigo, de haber caminado, corrido, dormido. Todo eso me volvió alguien.
Me gustaba estar entre tus brazos, ya fuese cuando hiciese frio, cuando estubiese triste, de pasion, o por simple amor.
Me sentia protegido. "Aquello que queremos es por lo que merece la pena luchar". Luché.
Estar contigo era mas que suficiente para ser feliz, no necesitaba mas. Jamas pude enfadarme contigo, tus ojos se posaban sobre
los mios y recordaba por que te amaba. Jamas opuse resistencia.
Deberias saber que es lo que se sentia ser yo mientras te miraba caminar, hablar, o pensar. Simplemente hubieras querido guardar
esas imagenes para siempre, al igual que deseé yo tantas veces.
Soy...¿ como decirlo ? Soy el soñador de tu mente, el idiota que esperaba melancolico cada noche por uno mas de tus besos, implorando a cada estrella que jamas llegase el ultimo.
¿Mi mejor recuerdo? Tu, y nunca lo pondré en duda.