He soñado, con un libro abierto, luciendo una lograda portada. Te he soñado a ti, sentada, junto al fuego de la noche, mirando a nadie. Y ahí estaba yo, libro en mano, paginas en blanco, leyendo nada, leyendo historias que jamas escucharas. Y yo hablaba, y yo me oía, pero sabia que tu no me escuchabas, por que, de repente, tu ya no estabas allí.
Y aunque el fuego estaba mas vivo, no calentaba, pero quemaba.
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