Cuenta una antigua leyenda, que el diablo engañó a una mujer loca de amor para que le vendiese su familia a cambio del amor del hombre. El diablo convirtio a su familia en un violin, y le dijo a la muchacha que lo usara para atraer al hombre amado asta ella. Un dia, el demonio reclamo el alma de ambos, y el violin quedo en el bosque donde la muchacha vivia.
El agua caía, el viento arreciaba. Un joven vagabundo, gitano de nacimiento, de nombre Kotz, atravesaba una zona boscosa d euna montaña, la cual era transitada por poco mas que cazadores o bandidos. Con el mal iempo que hacia, Kotz buscaba refugio y encontro una hendidura en una pared escarpada de la montaña. A mitad de la noche, Kotz escuchó un ruido, una llamada, y preocupado y temeroso salió bajo la lluvia para buscar a quien lo llamaba. Tras horas de agoniosa busqueda, llegó a un claro, donde los arboles hacían de techo natural y tan solo unas gotas de agua se colaban entre sus ramas. En el centro, en una corona de zarzas se encontraba un bello violin.
El objeto, le causaba miedo, pero casi irracionalmente lo cojió y salió corriendo con rumbo a la ciudad mas cercana. Tars varios dias, lleg´p a una comarca, con una ciudad grande, amurallada y ajetreada por el comercio. Kotz, sin saber que hacer por allí se fue a la plaza del mercado, inbuida por viajeros, mercaderes, juglares vecinos y demas, a casi todas horas del dia. Alli, sacó el violin d euna pequeña bolsa de cuero donde lo guardó y comenzó a tocar.
Desde la primera nota, la atencion de todos los cercanos, y de los que estaban mas y mas lejos, poco a poco, fué atraida al músico sin poder dejar de mirar y escuchar. Las notas se fueron extendiendo por la plaza y por cada rincon de la ciudad como si se tratase del rumor de un asesinato. Todos los que escuchaban reian y bailanban, lloraban y se sentian morr, todo a voluntad de las manos de Kotz.
Y así fua, que Kotz toco durante dias y noches, mientras atraia a toda la gran ciudad a la plaza y lo mas cercano que pudieran, sin que su cuerpo resultase cansado, sin necesidades mundanas, atraidos por las magicas notas del violin. Al final, la magia sumió a todos en un profundo sueño. Un dia, de rrepente la musica cesó, y con ello, la ciudad despertó. Al hacerlo, se miranron entre ellos incredulos y asustados, pensaban que algunos dias habian pasado, pues no parecia mas. Pero al mirar donde el abardo estaba, encontraron un esqueleto, y donde devia estar el violin, no habia mas que huesos y polvo. Nadie supo jamas cuanto tiempo pasó en realidad, pero lo que si sabian, es que nunca jamas se supo a nada del aquel extraño violin.
El agua caía, el viento arreciaba. Un joven vagabundo, gitano de nacimiento, de nombre Kotz, atravesaba una zona boscosa d euna montaña, la cual era transitada por poco mas que cazadores o bandidos. Con el mal iempo que hacia, Kotz buscaba refugio y encontro una hendidura en una pared escarpada de la montaña. A mitad de la noche, Kotz escuchó un ruido, una llamada, y preocupado y temeroso salió bajo la lluvia para buscar a quien lo llamaba. Tras horas de agoniosa busqueda, llegó a un claro, donde los arboles hacían de techo natural y tan solo unas gotas de agua se colaban entre sus ramas. En el centro, en una corona de zarzas se encontraba un bello violin.
El objeto, le causaba miedo, pero casi irracionalmente lo cojió y salió corriendo con rumbo a la ciudad mas cercana. Tars varios dias, lleg´p a una comarca, con una ciudad grande, amurallada y ajetreada por el comercio. Kotz, sin saber que hacer por allí se fue a la plaza del mercado, inbuida por viajeros, mercaderes, juglares vecinos y demas, a casi todas horas del dia. Alli, sacó el violin d euna pequeña bolsa de cuero donde lo guardó y comenzó a tocar.
Desde la primera nota, la atencion de todos los cercanos, y de los que estaban mas y mas lejos, poco a poco, fué atraida al músico sin poder dejar de mirar y escuchar. Las notas se fueron extendiendo por la plaza y por cada rincon de la ciudad como si se tratase del rumor de un asesinato. Todos los que escuchaban reian y bailanban, lloraban y se sentian morr, todo a voluntad de las manos de Kotz.
Y así fua, que Kotz toco durante dias y noches, mientras atraia a toda la gran ciudad a la plaza y lo mas cercano que pudieran, sin que su cuerpo resultase cansado, sin necesidades mundanas, atraidos por las magicas notas del violin. Al final, la magia sumió a todos en un profundo sueño. Un dia, de rrepente la musica cesó, y con ello, la ciudad despertó. Al hacerlo, se miranron entre ellos incredulos y asustados, pensaban que algunos dias habian pasado, pues no parecia mas. Pero al mirar donde el abardo estaba, encontraron un esqueleto, y donde devia estar el violin, no habia mas que huesos y polvo. Nadie supo jamas cuanto tiempo pasó en realidad, pero lo que si sabian, es que nunca jamas se supo a nada del aquel extraño violin.
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