miércoles, 14 de septiembre de 2011

Ojos ciegos, musica.

Una musica, lenta y triste inundaba la estancia, grande, inmensa con un escenario inmenso en el centro, en la pared mas alejada. La sala, con casi oscuridad perpetua, estaba ocupada por una persona, en el centro del escenario, bajo un tenue foco. El muchacho uso sumagia, y se volvio todo lo invisible que puedo. Con cautela se hacercaba al escenario mientras escuchaba aquellas notas que arrancaban el dolor y el cansancio de su cuerpo y alma. Al final, vio al musico, la musico mas bien, y su instrumento. Una muchacha de pelo largo, rubio y muy claro, de piel casi tan clara como la sal, tocaba un gran arpa. Sus dedos de movian, iban y venian entre cuerdas tan majestuosamente que el muchacho se embelesó. El se acerco a ella y la miro de cerca, de repente, ella paro las cuerdas, miro hacia delante y abrio los ojos. Estos, blancos, vacios, inexpresivos...ciegos. Ella suspiro, toco una cuerda y dijo : Agradezco a los oyentes, pero aun no ver con mis ojos, sigo " viendote ". Asi que dime...¿ quien es el que me acompaña esta noche ?-
Criffer se asustó, pero enseguida sonrio y se mostró. La chica sonrio, volvio a cerrar lo ojos, agacho la cabeza y volvio a tocar, no sin antes decir :
-Deja que vea y purifique tu alma.
La musica empezo a envolver la estancia de nuevo, y a la vez al muchacho, a su esencia, su alma.

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