A ver...en esto, como en muchas cosas, podemos poner como ejemplo el fuego. Empecemos.
Imagina una vida, pero en vez de eso, es una habitacion, grande, con pocas ventanas, que significan pocas salidas, con poca luz, que implica una vida mas oscura, y algunas velas, que son lo poco que sustentan esa luz, y esas velas son, algo de musica, lectura, y los pocos amigos de verdad.
Pues, una dia, tras varios años con esa habitacion, aparece una chica, pero te la encuentras de refilon, unas horas, y una pequeña vela se enciende, y esa vela es solo suya. Sin embargo, asta unas semanas despues, no la conoces a fondo. Y empiezas a ver como esa vela aviva su llama conforme conoces a la chica, conoces sus gustos, su forma de ser, sus aficiones, su estilo, su musica, y dado el momento, la vela desaparece, pero no se va esa luz, si no que haciende, y una gran lampara de araña aparece en el techo d ela habitacion, que ahora esta iluminada. De dicha lampara, solo hay encendidas algunas velas pequeñas de la parte central, y son cada vez mas conforme pasan los dias.
Sim embargo, un dia recibes un beso de esa chica, y una gran vela central se enciende el la lampara de araña. Ahora, la habitacion no solo esta iluminada, por arriba, si no que por lo bajo, empiezan a aparecer, no velas, si no candelabros, sobre musica y distintos grupos, sobre libros y libros, sobre cosas escritas, dibujos, deseos, pensamientos, y sobre todo, amigos.
Con el paso de las semanas, la gran lampara se llena de velas, pequeñas y grandes, y ya no queda un solo hueco sin luz.
El tiempo sigue pasando, y la habitacion ahora parece un gran salon de baile.
Pero, un dia, la lujosa lampara de araña se descuelga, y todo explota en una gran boluta de fuego, las velas del suelo se caen, y se queman, todo arde.
Pasados unas semanas, poco a poco colocas las velas que aun sirven en su sitio, otras las cambias de lugar, de otras te desaces de ellas. Poco a poco, cambias las pareces, limpias el suelo, colocas nuevas velas, y, aunque te duela y no quieras, arreglas la lampara y la pones en su sitio, pero dejas que coja polvo. Sin embargo, un dia ves algunas luces escendidas, que alumbran tenuemente, y con el paso de los dias se avivan y por mucho empeño en apagarlas, es imposible. Intetas pones otras velas mas grandes, pintadas, aromaticas, pero no funciona.
Y despues de todo esto, de ganar lo imposible, de perder tu mayor fuente de luz, te das cuenta de que nada sera igual que antes, que todavia tienes quemaduras en el cuerpo y que nunca se quitaran, y que tal vez se supere, pero nunca se olvidará.
Imagina una vida, pero en vez de eso, es una habitacion, grande, con pocas ventanas, que significan pocas salidas, con poca luz, que implica una vida mas oscura, y algunas velas, que son lo poco que sustentan esa luz, y esas velas son, algo de musica, lectura, y los pocos amigos de verdad.
Pues, una dia, tras varios años con esa habitacion, aparece una chica, pero te la encuentras de refilon, unas horas, y una pequeña vela se enciende, y esa vela es solo suya. Sin embargo, asta unas semanas despues, no la conoces a fondo. Y empiezas a ver como esa vela aviva su llama conforme conoces a la chica, conoces sus gustos, su forma de ser, sus aficiones, su estilo, su musica, y dado el momento, la vela desaparece, pero no se va esa luz, si no que haciende, y una gran lampara de araña aparece en el techo d ela habitacion, que ahora esta iluminada. De dicha lampara, solo hay encendidas algunas velas pequeñas de la parte central, y son cada vez mas conforme pasan los dias.
Sim embargo, un dia recibes un beso de esa chica, y una gran vela central se enciende el la lampara de araña. Ahora, la habitacion no solo esta iluminada, por arriba, si no que por lo bajo, empiezan a aparecer, no velas, si no candelabros, sobre musica y distintos grupos, sobre libros y libros, sobre cosas escritas, dibujos, deseos, pensamientos, y sobre todo, amigos.
Con el paso de las semanas, la gran lampara se llena de velas, pequeñas y grandes, y ya no queda un solo hueco sin luz.
El tiempo sigue pasando, y la habitacion ahora parece un gran salon de baile.
Pero, un dia, la lujosa lampara de araña se descuelga, y todo explota en una gran boluta de fuego, las velas del suelo se caen, y se queman, todo arde.
Pasados unas semanas, poco a poco colocas las velas que aun sirven en su sitio, otras las cambias de lugar, de otras te desaces de ellas. Poco a poco, cambias las pareces, limpias el suelo, colocas nuevas velas, y, aunque te duela y no quieras, arreglas la lampara y la pones en su sitio, pero dejas que coja polvo. Sin embargo, un dia ves algunas luces escendidas, que alumbran tenuemente, y con el paso de los dias se avivan y por mucho empeño en apagarlas, es imposible. Intetas pones otras velas mas grandes, pintadas, aromaticas, pero no funciona.
Y despues de todo esto, de ganar lo imposible, de perder tu mayor fuente de luz, te das cuenta de que nada sera igual que antes, que todavia tienes quemaduras en el cuerpo y que nunca se quitaran, y que tal vez se supere, pero nunca se olvidará.
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